ENTONCES SATANÁS ENTRÓ
¿Qué estamos dejando entrar en este tiempo a nuestro corazón?
¡Wow! Esta frase me hace pensar mucho en que hay un momento específico en que las personas podemos darle lugar al diablo.
La palabra “entonces”, me habla de que hubo algo que pasó antes de ese momento.
Las cosas no pasan en un instante. Las relaciones y amistades no se arruinan en un minuto. El matrimonio no se rompe por un solo enojo.
Hay un proceso para llegar al punto donde el diablo usa a una persona.
Todo comienza con una pequeña zorra en el corazón. Una ofensa que se cultiva y no se resuelve.
Cuando llega ese momento nos volvemos irreconocibles, traicioneros, amargados, buscamos oportunidades para desquitarnos, etc.
Cuidémonos que en este tiempo (ni nunca) no nos ganen nuestras emociones tóxicas y no le demos lugar al diablo para entrar en nuestro corazón.
Que nunca llegue ese momento cuando “entonces entró Satanás”.
Piénsalo:
¿Qué has dejado entrar a tu corazón?
¿Has dejado que una ofensa te amargue y no la has resuelto?
¿Qué quieres que esté en tu corazón este año?