CUANDO EL LÍDER TIENE INTIMIDAD CON DIOS
Este es uno de los privilegios más grandes que tenemos los líderes en la iglesia, el poder representar al pueblo delante de Dios y poder ser de bendición a las personas.
La bendición no viene de líder, sino viene de parte de Dios.
El líder es solo un instrumento que ora y que recibe una unción y una palabra de Dios que puede impartir al pueblo.
Pero la clave es: Que el líder debe tener intimidad con Dios.
1.- Moisés y Aarón entran en el tabernáculo. “Después Moisés y Aarón entraron en el tabernáculo”. (Levítico 9:23 NTV)
Es ahí donde nos encontramos con Dios. Es ahí donde cultivamos una cercanía con Él. Es en la intimidad y la oración donde ganamos las victorias.
2.- Al salir bendijeron a la gente. “cuando salieron, volvieron a bendecir al pueblo”. (Lev. 9:23). Nuestro privilegio es servir y ser de bendición a otras personas. Es muy satisfactorio vivir para ser de bendición a otros.
3.- Entonces, se manifestó la gloria De Dios. “y la gloria del SEÑOR se apareció a toda la comunidad”. (Levítico 9:23 NTV)
Cuando el líder y el pueblo tienen intimidad con Dios, entonces se experimentan los milagros.
4.- Cuando el líder de la gloria al Señor el pueblo también se rinde a Dios. “Un fuego ardiente salió de la presencia del SEÑOR y consumió la ofrenda quemada y la grasa que estaba sobre el altar. Cuando los israelitas lo vieron, gritaron de alegría y se postraron rostro en tierra”. (Lev. 9:24 NTV)
Piénsalo:
¿Te ha dado Dios el privilegio de ser un líder?
¿Buscas estar en intimidad con Dios diariamente para poder llevar una Palabra de bendición a las personas que Dios te ha confiado?
¿Qué milagros has experimentado por hacerlo?
¿Cuál es la satisfacción más grande que has tenido al ser de bendición a otros?