A VER SI COMO RONCAS DUERMES
¿Qué es mejor, enseñar o hacer? Las dos cosas.
“Nada se considera aprendido hasta que es practicado”.
1.- No solo se trata de enseñar, sino de demostrar lo que enseñamos.
Cualquiera puede hablar de algo que lee en un libro o mira en un documental en vídeo, pero no todos practican lo visto.
2.- Jesús primero hizo y luego enseñó.
La demostración del poder sobrenatural de Dios le dio autoridad ante las personas, estas confiaron y se interesaron en las enseñanzas porque vieron el respaldo de Dios en lo que Él enseñaba.
3.- “Primero déjame ver y luego me enseñas”.
- “Déjame ver si en verdad crees lo que hablas”.
- “Si me enseñas de generosidad déjame ver qué dice tu estado de cuenta del banco”.
- “Si me quieres enseñar del servicio a los demás déjame verte sirviendo en tu iglesia o en tu comunidad”.
- “Si me quieres enseñar sobre el poder la oración permíteme ver la unción en acción en tu vida”.
- Sé transparente en tu matrimonio, déjame ver tus luchas y tus victorias y luego me enseñas sobre cómo debe ser un esposo (a)”.
Hacer y enseñar.
Déjame ver “si así como roncas duermes”.
Piénsalo:
¿Eres una persona que te gusta enseñar la Palabra de Dios?
¿Tu testimonio te respalda en todo lo que enseñas?
¿Qué necesitas comenzar a practicar?
¿La persona de quien tú aprendes, vive lo que enseña?