El deseo de todo pastor

EL DESEO DE TODO PASTOR

Mi anhelo es ver que las personas en nuestra iglesia conozcan a Dios por si mismos, más allá de lo que yo les enseño en domingo.

Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios,y ellos serán mi pueblo.Y no habrá necesidad de enseñar a sus vecinos ni habrá necesidad de enseñar a sus parientes, diciendo: “Deberías conocer al SEÑOR”. Pues todos ya me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande. (Hebreos 8:10-11NTV)

“Conocer” significa tener intimidad con alguien.

1.- Anhelo que las personas tengan intimidad con Dios más allá del servicio de domingo en la iglesia. Toda la semana y en todo lugar.

2.- Deseo hacerme “innecesario” y que las personas:

  • Oren a Dios por sí mismas.
  • Lean la Biblia regularmente y escriban lo que Dios les habla ahí.
  • Se congreguen porque lo disfrutan.
  • Sirvan porque lo disfrutan
  • Sean generosos por voluntad propia y con alegría.

¿Como puede esto ser posible? No se logra con oratorias motivacionales. Se necesita que la palabra de Dios transforme nuestra mente y corazón.

Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios,y ellos serán mi pueblo.Y no habrá necesidad de enseñar a sus vecinos ni habrá necesidad de enseñar a sus parientes,diciendo: “Deberías conocer al SEÑOR”. Pues todos ya me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande. (Hebreos 8:10-11NTV)

La motivación humana es superficial, pero la palabra de Dios es penetrante y transforma.

Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos. (Heb 4:12 NTV)

Piénsalo:

¿Buscas a Dios en intimidad diariamente?
¿Has dejado que la Palabra de Dios transforme tu mente y corazón?
¿Qué te hace falta comenzar a practicar? ¿orar, leer Biblia, escribir rema, congregarte, servir, etc.?