MI LEVADURA ES INFLUENCIA
La levadura tiene el efecto de esponjar o agrandar la masa.
Un poco de levadura tiene el poder de “influenciar” una gran cantidad de masa.
Pudiéramos decir que yo también tengo el efecto de la levadura, es decir, puedo influenciar más allá de mí mismo.
Esta influencia puede ser para bien o para mal.
Mis palabras tienen influencia, son la levadura que destruyen o edifican a las personas que están en mi esfera de influencia (mi masa).
Mi actitud motiva o desmoraliza a quienes están en la esfera de mi hogar, mi trabajo, mi ministerio, etc.
Mis acciones influyen para bien o para mal, porque son vistas por otros que me consideran su líder, comenzando en mi hogar con mi esposa y mis hijas, y también en la iglesia, la escuela, el equipo, etc.
Resumen:Yo cargo una levadura (una influencia) y una unción que debo usar sabiamente para el bien de los demás, para edificar y no para destruir, para bendecir y no para maldecir, para añadir valor a otros, enriquecer a otros, bendecir a otros, etc.
Piénsalo:
¿Tu levadura (palabras) influencia para bien o para mal a otros?
¿Tus actitudes en tu hogar motivan o desmoralizan a tu familia?
¿Estás usando sabiamente la influencia y unción que Dios te ha dado para edificar y no para destruir a otros?