ES POR DIOS, NO POR MIS FUERZAS
Señor ayúdame a siempre mantener una actitud humilde y que el orgullo no envenene mi corazón, ayúdame a depender siempre de ti.
Que siempre reconozca que los éxitos y las victorias han sido posibles por tu ayuda, no solo por mis fuerzas y habilidades.
Señor, declaro que por tu amor y placer tú me coronas de bendiciones que yo no merecía, recibo herencias, regalos, bendición y aumento, cosecho abundancia de toda cosa buena.
Las personas que tienen contacto conmigo me extienden favor, cortesía, bondad, trato preferencial y amabilidad.
La tierra a la que me has traído me bendice con toda cosa buena.
Piénsalo:
¿Crees que los éxitos que has tenido son gracias a tu esfuerzo o gracias a Dios?
¿Dependes de Dios para todo o de tus habilidades?
¿De qué manera Dios te ha bendecido?