PENSÉ QUE ERA EL DUEÑO
Tenemos una tendencia a poseer sin medida y a querer ser dueños de muchas cosas, y eso nos mete frecuentemente en problemas.
A veces, pensamos que cuando compramos una casa es nuestra, pero en realidad todavía pertenece al banco a quien le hacemos los pagos mensuales.
Otros pensamos que ya somos dueños cuando terminamos de pagar nuestra casa después de treinta años de pagos al banco y después de haber pagado dos o tres veces más sobre el precio original de la propiedad por los intereses pagados por tres décadas, tú dices: ¡Al fin soy dueño!
Pero hay otro nivel de ver las cosas. Ni tú, ni yo, ni el banco somos los dueños.
La Biblia dice: “La tierra es del Señor y todo lo que hay en ella; el mundo y todos sus habitantes le pertenecen”. (Salmos 24:1 NTV)
Nosotros solo somos administradores de todo lo que Él nos permite disfrutar en esta tierra.
Piénsalo:
¿Eres dueño o administrador de lo que tienes?
¿Qué te ha dado Dios para que administres?
¿Has sido buen administrador?