SU MAMÁ ERA PROSTITUTA, PERO ÉL ERA LÍDER
Me llama la atención como se le recuerda a este hombre, con dos características principales: La primera, que era un gran líder guerrero; y la segunda, que era hijo de una prostituta.
Jefté llegó a ser un gobernador a pesar de que se le conocía como un hijo de una prostituta. Pero, su pasado no fue un obstáculo para que él llegara a ser un gran líder porque su propósito estaba determinado por Dios, no por sus padres terrenales.
Me emociona pensar que tú y yo nacimos primero por propósito De Dios y que Él tiene un plan para nuestra vida que se cumplirá a pesar de las circunstancias adversas que nos ha tocado vivir en este mundo.
1. Mi éxito no depende de las decisiones equivocadas de mis antepasados. Yo puedo comenzar una nueva generación.
2. Mi éxito no está arruinado porque mis padres hayan sido alcohólicos o divorciados. Dios comienza algo nuevo en mí.
3. Yo no nací por accidente. El usó a mis padres terrenales, pero nací por propósito de Dios.
Piénsalo:
¿Habías dejado que tu pasado te definiera?
¿Te emociona el saber que Dios te planeó para que tuvieras éxito y con un propósito especifico?
¿Qué estás haciendo diferente para dejar un legado de bendición a tus futuras generaciones?