NO SIEMPRE ES EN VANO EL SUFRIMIENTO
Este pasaje me habla de que la angustia que Jesucristo pasó no fue en vano; ya que produjo salvación, sanidades, liberaciones, milagros, etc.
También nosotros debemos ser sabios para aprovechar, y en los tiempos difíciles decir:
-las dificultades no me amargaron, sino me mejoraron,
-Las angustias no me anularon, sino me maduraron.
-Las angustias no me destruirán, sino me motivarán.
Señor declaro que soy un individuo que vivo con propósito, camino en tus tiempos, vivo con una misión de reino, y me niego a ser distraído por las angustias y dificultades de este mundo.
En acuerdo con tu Palabra en Rom. 8:28, declaro que todas las cosas obran para bien y me avanzan en la asignación que tengo.
El dolor causado por la separación de mis padres no me destruirá, sino me motivará para fundar una iglesia llamada Águilas Centro Familiar Cristiano y para restaurar muchas familias.
Piénsalo:
¿Has permitido que las dificultades te distraigan de tu propósito?
¿De qué manera han obrado para bien las angustias que has pasado?
¿Qué ha producido en ti las dificultades que has sufrido?