La obediencia a nuestras convicciones

LA OBEDIENCIA A NUESTRAS CONVICCIONES
TRAE RECOMPENSAS

Así que le hemos obedecido en todas estas cosas. Nunca hemos bebido vino hasta el día de hoy, ni tampoco nuestras esposas, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas. (Jeremías 35:8NTV)

1. La prueba.
Los recabitas (descendientes de Recab) habían recibido indicaciones de sus antepasados de no beber vino, y un día fueron probados por Dios a través del profeta Jeremías a ver si obedecerían:

Puse copas y jarras llenas de vino delante de ellos y los invité a beber, pero no aceptaron… (Jeremías 35:5-6 NTV)

2. Convicciones generacionales.
Me llama la atención las convicciones tan firmes que ellos tenían y que también pasaron a las siguientes generaciones.

…pero no aceptaron. «No —dijeron—, no bebemos vino porque nuestro antepasado Jonadab, hijo de Recab, nos ordenó: “Nunca beban vino ni ustedes ni sus descendientes. (Jeremías 35:6 NTV)

Continuará…

Piénsalo:
¿Qué indicaciones te dejaron a ti tus antepasados?
¿Qué convicciones estás dejando a tus generaciones futuras?
¿Te has mantenido firme en tus convicciones cuando vienen las pruebas?