CADA UNO ES RESPONSABLE DE SUS DECISIONES
»“¿Cómo? —se preguntan ustedes—. ¿No pagará el hijo por los pecados del padre?”. ¡No! Porque si el hijo hace lo que es justo y correcto y obedece mis decretos, ese hijo ciertamente vivirá. La persona que peque es la que morirá. El hijo no será castigado por los pecados del padre ni el padre será castigado por los pecados del hijo. Los justos serán recompensados por su propia conducta recta y las personas perversas serán castigadas por su propia perversidad. (Ezequiel 18:19-20 NTV)
¿Por qué en un mismo grupo de amigos se puede encontrar a uno fracasado y a otro bendecido?
Porque cada cosa que hacemos tiene consecuencias buenas o malas y cada uno de nosotros tendremos que tomar responsabilidad de nuestros actos.
Yo no pagaré por tus pecados y tú tampoco pagarás por los míos.
Todos hemos recibido el conocimiento de los diez mandamientos, pero algunos decidirán obedecerlos y otros escogerán ignorarlos, y de allí cada uno tendrá las consecuencias.
»“¿Cómo? —se preguntan ustedes—. ¿No pagará el hijo por los pecados del padre?”. ¡No! Porque si el hijo hace lo que es justo y correcto y obedece mis decretos, ese hijo ciertamente vivirá. La persona que peque es la que morirá. El hijo no será castigado por los pecados del padre ni el padre será castigado por los pecados del hijo. Los justos serán recompensados por su propia conducta recta y las personas perversas serán castigadas por su propia perversidad. (Ezequiel 18:19-20 NTV)
Piénsalo:
¿Consultas a Dios antes de tomar una decisión?
¿Basado en tus decisiones qué consecuencias estás teniendo?
¿Estás obedeciendo o ignorando los mandamientos de Dios?