NO SE TRATA DE MÍ
Debo cuidar que no se me suba el orgullo pensando que el éxito se trata de llegar a ser alguien famoso.
No se trata de mí, todo se trata de que Jesús sea famoso, de que Él sea conocido por todo el mundo.
Me recuerdo del burrito que cargaba a Jesús:
De seguro que el burrito miraba que la gente gritaba y tendía mantos en el piso para que él caminara, pero no era nada para él, sino para quien él cargaba: ¡Nuestro Señor Jesús! Nosotros solamente somos quienes cargamos a Jesucristo.
Somos servidores de Dios para el beneficio de las personas.
Mi objetivo es que muchas personas sean alcanzadas para Dios, que muchos más matrimonios, jóvenes y adultos sean restaurados. Esto resultará en abundante acción de gracias y Dios recibirá más gloria.
Piénsalo:
¿De qué manera guardas tu corazón del orgullo?
¿Tu vida está centrada en ti o en Jesús?
¿De qué manera das a conocer a Jesús a otros para darle la gloria a Dios?