Site icon Pastor Guillermo Jiménez

Si David se quejaba…

SI DAVID SE QUEJABA…

Oh Dios, escucha mi queja; protege mi vida de las amenazas de mis enemigos. (Salmos 64:1NTV)

Si el mismo rey David, el hombre conforme al corazón de Dios se quejaba, entonces, eso me ayuda para no sentirme tan mal cuando a veces siento ganas de quejarme por los problemas de la vida.

Oh Dios, escucha mi queja; protege mi vida de las amenazas de mis enemigos.  (Salmos 64:1NTV)

Parece que es natural que los seres humanos a veces nos sintamos fastidiados y hasta enojados ante los continuos retos en este mundo.

Sentimos ganas de quejarnos cuando:

Podemos quejarnos de vez en cuando con Dios, pero no desanimarnos ni dejar de cumplir su propósito.

Oh Dios, escucha mi queja; protege mi vida de las amenazas de mis enemigos.  (Salmos 64:1NTV)

Piénsalo:
¿Qué te produce frustración o enojo?
¿Te quejas con Dios o te quejas con todos a tu alrededor?
¿Qué te ayuda para salir de la actitud de queja a la de agradecimiento?

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