LAS EXPERIENCIAS NO SE DEBEN DESPERDICIAR
Parte 2
Ayer aprendimos que las experiencias vividas, ya sean positivas o negativas, no deben ser desperdiciadas.
Hay experiencias propias y experiencias ajenas.
Puedo aprender de las experiencias propias, pero también puedo aprender de las experiencias de otros.
Si solo estoy aprendiendo de mis experiencias, entonces me tardaré mucho en crecer, en madurar, en desarrollar habilidades para el éxito, sufriré más decepciones, etc.
Pero, cuando soy sabio y aprendo también de las experiencias de otros, ya sean buenas o malas, puedo también tener éxito más rápido en mi vida espiritual, familiar, social y financiera.
Por ejemplo, si aprendo de la experiencia de mis padres que se separaron cuando yo estaba chiquito, entoncesevitaré los errores que ellos cometieron y tendré más posibilidades de éxito en mi matrimonio.
Otro ejemplo en la vida financiera. Puedo tratar de desarrollar un negocio yo solo tratando de volver a inventar la rueda, o puedo beneficiarme de las experiencias de otros que han fracasado y otros que han tenido éxito, y entonces tendré muchas más probabilidades de éxito en mi empresa propia.
Puedo aprender sólo de mis errores y victorias, o puedo aprender del manual de vida, la Biblia.
Piénsalo:
¿Qué has aprendido de los errores de otros?
¿Qué aprendiste de tus errores?
¿De qué manera te ha ayudado la experiencia de otras personas que han tenido éxito en alguna área?
¿Qué principios de la Biblia que has puesto en práctica te han dado éxito?