LO SUCEDIÓ EN EL TRONO
(2 Crónicas 17:1NTV)
Esta mañana al leer este pasaje me hizo recordar de que todos somos temporales en nuestra función.
Todos vamos a ser sucedidos por alguien y somos sucesores de alguien.
Todos algún día debemos pasar el bastón a nuestros sucesores.
Estamos en nuestro cuerpo físico temporalmente (hasta que tengamos un cuerpo glorificado).
La función que tengo en esta tierra es temporal.
El futbolista tiene una carrera temporal.
El político tiene una oficina temporal.
El dueño de una empresa tiene una carrera temporal.
El valor del dinero es temporal.
Solo soy un administrador.
(2 Crónicas 17:1NTV)
Señor, ayúdame a ser un buen administrador de lo que me has confiado, de mi familia, el ministerio, del tiempo, del dinero, las fuerzas, etc.
Piénsalo:
¿Te has enfocado más en las cosas temporales o por las eternas?
¿Qué te ha confiado Dios?
¿En qué área necesitas ser mejor administrador?