NO TE DESVALORES A TI MISMO
Parte 2
Ayer aprendimos que para Dios somos bien valiosos y Él nos llama su linaje escogido y real sacerdocio; tambien nos llama pueblo adquirido por Él:
3. Pueblo adquirido por Dios.
Esto me habla de que ahora soy posesión de Dios.
No pertenezco a nadie más. Nadie me puede esclavizar. No soy un objeto. Dios me compró y le pertenezco.
Depende a quien pertenecemos, es el valor que tenemos.
Algunos han pagado una fortuna por los zapatos o la ropa de celebridades como Michael Jackson, o de la princesa Diana. ¡Si esos artículos tienen tanto valor por ser de una persona famosa, cuánto más valor tengo yo por ser una posesión del único y verdadero Rey!
El valor de algo está determinado por dos cosas, por la persona a quién pertenece, y por lo que alguien está dispuesto a pagar. ¿Cuánto estuvo Dios dispuesto a pagar por ti y por mí? Estuvo dispuesto a dar a su propio hijo en la cruz.
¡Esto nos dice todo!
¡No nos desvaloremos a nosotros mismos!
¡No nos desvaloremos unos a otros!
Piénsalo:
¿A quién le perteneces?
¿Te habías desvalorizado o alguien te había hecho sentir sin valor?
¿Qué cambia en ti el saber el valor que tienes para Dios?