HEMOS SIDO ANIMADOS
1. La vida nunca dejará de presentar dificultades.
2. Es posible tener ánimo en medio de los sufrimientos.
3. El fruto de nuestro trabajo nos produce ánimo.
Nos podemos sentir fracasados por no ver resultados, pero cuando vamos ganando el partido nos sentimos animados para seguir jugando, aun cuando nos sentimos apaleados y cansados.
El apóstol Pablo se sintió fortalecido cuando recibió noticias de que su trabajo con la gente de Tesalónica no había sido en vano.
Me imagino que pensó algo parecido a esto “Man, en verdad que vale la pena el ministerio. Al ver la vida transformada de estas familias me siento animado para seguir adelante, aunque otros me critiquen”.
Basta con observar detenidamente las semillas que hemos plantado, y muy posiblemente veremos que hay muchas personas que han dado fruto, matrimonios que han sido enriquecidos, jóvenes transformados, niños beneficiados con un hogar libre de violencia y alcohol, etc.
¡Vamos! sigamos animados al ver que muchos de nuestros hermanos siguen firmes en la fe.
¡Nuestro trabajo no ha sido en vano!
Piénsalo:
¿Crees que es posible sentirse animado en medio de las dificultades?
¿A ti qué te hace sentir animado en esos momentos difíciles?
¿De qué manera te sientes cuando ves fruto en tu trabajo o ministerio?