Amar es una Decisión, no un Sentimiento

Amar es una Decisión, no un Sentimiento

“Este es mi mandamiento: Que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.” (Juan 15:12, NVI)

Enseñanza:

  1. El amor es un mandamiento, no una sugerencia.
    Jesús nos da una orden clara: amar a los demás como Él nos ha amado. No es opcional o dependiente de nuestras emociones. Al decidir amar, estamos obedeciendo el llamado de Dios y reflejando Su carácter.
  2. Amar requiere sacrificio.
    El amor de Jesús hacia nosotros fue sacrificial. Nos mostró que amar verdaderamente a los demás implica dejar de lado nuestro ego, nuestros deseos personales, y actuar pensando en el bienestar del prójimo. Esto es un acto de voluntad, no simplemente una reacción emocional.
  3. El amor se demuestra en las acciones.
    El amor no se limita a lo que sentimos por alguien, sino que se evidencia en lo que hacemos. Al elegir amar, actuamos con paciencia, bondad y generosidad, incluso cuando las emociones no acompañan. Amar es una acción diaria que refleja nuestro compromiso con Dios y con los demás.
  4. El amor es perseverante.
    Los sentimientos pueden fluctuar, pero la decisión de amar debe ser constante. Jesús nos llama a amar en todo tiempo, especialmente cuando es difícil o cuando no recibimos amor de vuelta. Nuestra perseverancia en el amor revela nuestra dependencia de Dios y Su Espíritu en nosotros.
  5. Amar como Jesús nos amó.
    La manera en que amamos a los demás debe reflejar el amor perfecto y desinteresado de Jesús. Él nos amó con paciencia, perdón y sin esperar nada a cambio. Así, debemos amar a los demás, no esperando recompensa, sino como una extensión del amor que hemos recibido de Cristo.
“Este es mi mandamiento: Que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.” (Juan 15:12, NVI)

Piénsalo:

  1. ¿Cómo puedes demostrar amor a alguien hoy, incluso si no lo sientes en el momento?
  2. ¿Hay áreas en tu vida donde has dejado que los sentimientos guíen tu amor en lugar de tomar la decisión de amar?
  3. ¿De qué manera puedes hacer del amor una prioridad diaria, como un acto de obediencia a Dios?