Qué me hace pensar que Él puede librar – I

Qué me hace pensar que Él puede librar – I

“¿Cuál de los dioses de alguna nación ha podido salvar alguna vez a su pueblo de mi poder? ¿Qué les hace pensar que el Señor puede librar a Jerusalén de mis manos?” Isaías 36:20 (NTV)

A veces, la vida nos enfrenta con desafíos tan grandes que las dudas comienzan a surgir. Nos preguntamos por qué confiamos en Dios cuando el mundo parece estar lleno de conflictos, crisis económicas y situaciones difíciles. ¿Por qué mantenemos nuestra paz en medio de todo esto? La respuesta está en recordar lo que Dios ha hecho y en confiar en lo que sigue haciendo.

  1. Recordar nuestro pasado:
    Una de las razones por las que confío en Dios es porque Él ya me ha librado en el pasado. Me protegió cuando era niño y me ayudó a superar momentos que pudieron haber sido fatales. En Jeremías 1:5, Dios nos recuerda que nos conoció antes de nacer y nos apartó con un propósito. Él me ha guardado de accidentes, enfermedades, abusos y adicciones. Mi vida ha estado en Sus manos desde el principio.
    “Tú me observabas mientras iba cobrando forma en secreto, mientras se entretejían mis partes en la oscuridad de la matriz. Me viste antes de que naciera. Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro. Cada momento fue diseñado antes de que un solo día pasara.” (Salmo 139:15-16 NTV)
  2. Observar nuestro presente:
    No solo ha sido fiel en el pasado, sino que sigue bendiciéndome en el presente. A lo largo de los años, hemos enfrentado crisis como la recesión del 2008 o la pandemia del Covid-19, y en cada una de ellas, Dios ha provisto. Nunca nos ha faltado comida, ropa, un techo, ni salud. Además, hemos tenido lo suficiente para compartir y bendecir a otros. Estas bendiciones actuales son prueba de que Dios sigue librándonos y cuidando de nosotros, incluso en tiempos difíciles.
“¿Cuál de los dioses de alguna nación ha podido salvar alguna vez a su pueblo de mi poder? ¿Qué les hace pensar que el Señor puede librar a Jerusalén de mis manos?” Isaías 36:20 (NTV)

Piénsalo:

  1. ¿Qué recuerdos tienes de momentos en los que Dios te ha librado en el pasado?
  2. ¿Cómo ves la mano de Dios bendiciéndote en tu presente, a pesar de los desafíos que enfrentas?
  3. ¿Qué pasos puedes dar hoy para mantener tu confianza en que Dios seguirá librándote en el futuro?