Restaurar el Primer Amor

Restaurar el Primer Amor

“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.” (Apocalipsis 2:4, RVR1960)

Enseñanza:

  1. Reconocer que hemos perdido el fervor inicial.
    El primer paso para restaurar nuestro amor por Dios es reconocer que hemos dejado que ese amor se enfríe. A menudo, el trabajo, las preocupaciones y las rutinas diarias hacen que nuestro fervor espiritual disminuya. Tal como le dijo Jesús a la iglesia en Éfeso, debemos examinar nuestro corazón y admitir cuando nuestro amor ya no es tan intenso como antes.
  2. Recordar de dónde hemos caído.
    Jesús nos insta a recordar el lugar de donde hemos caído. Debemos reflexionar sobre esos momentos en los que nuestro amor por Dios era ferviente, cuando deseábamos pasar tiempo con Él, orar y leer Su Palabra. Al recordar esos tiempos, podemos redescubrir la pasión que nos motivaba a buscarle con todo el corazón.
  3. Arrepentirnos y cambiar de rumbo.
    Jesús no solo nos llama a recordar, sino también a arrepentirnos. Esto implica cambiar nuestra manera de pensar y actuar. Si nos hemos distanciado de nuestro primer amor, debemos arrepentirnos de las distracciones o las prioridades que hemos puesto por encima de nuestra relación con Dios, y volver a enfocarnos en Él.
  4. Volver a hacer las primeras obras.
    Después del arrepentimiento, el llamado es a volver a hacer las primeras obras, aquellas que hacíamos cuando nuestro amor por Dios era puro y ferviente. Esto significa restaurar las disciplinas espirituales: la oración, el estudio de la Biblia, la adoración y el servicio a los demás. Al hacerlo, nuestro amor por Dios se reaviva.
  5. Amar a los demás como lo hacíamos al principio.
    El amor por Dios siempre debe ir acompañado del amor por los demás. Al restaurar nuestro primer amor, también debemos buscar restaurar nuestras relaciones con los demás, mostrando el mismo amor y compasión que teníamos cuando nuestro corazón estaba lleno del amor de Cristo.
“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.” (Apocalipsis 2:4, RVR1960)

Piénsalo:

  1. ¿En qué momento sentiste que tu amor por Dios empezó a enfriarse, y qué factores contribuyeron a ello?
  2. ¿Qué pasos puedes tomar hoy para reavivar ese amor inicial por Dios y por los demás?
  3. ¿Cómo puedes volver a hacer las primeras obras y restaurar tu pasión espiritual en tu vida diaria?