¿Cómo orar?

¿CÓMO ORAR?

Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión. Manténganse alerta y sean persistentes en sus oraciones por todos los creyentes en todas partes” (Efesios 6:18 NTV).

Muchos tienen la voluntad y el deseo de orar, pero cuando lo hacen, muy pronto se les acaba el repertorio, no saben que pedir o que hacer y por eso dejan de orar. Sin embargo, la oración no es un repertorio ni un monólogo, sino un diálogo con Dios. En la oración recobras fuerzas y te haces más sensible a la voz del Espíritu Santo, es la única forma para tener una relación íntima con el Señor.
He aquí, cuatro pasos resumidos en el acróstico, ACIA para lograr una vida de oración diaria.

1. Adorar.
Adorar es honrar, reconocer y expresarle a Dios nuestra gratitud por quien Él es y por lo que hace. Es importante que traigas tu adoración antes de tu petición, porque el Padre Celestial ya conoce tus necesidades y las quiere suplir, pero Él desea recibir tu adoración. ¿Por qué? Porque Él solamente puede tener una relación de amor con sus hijos(as), y porque cada vez que lo adoras, te pareces más y más a Él.

2. Confesar.
Debes ser honesto con el Señor, hacerte un auto-examen en el corazón y confesar tus fallas sin temor. Dios no te pide ser perfecto, sino que vivas una vida santa. Vivir en santidad es vivir apartado y consagrado para Dios. Él no te está pidiendo algo que no puedas hacer, si Jesús siendo hombre pudo, tú también puedes. El Señor siempre estará dispuesto a perdonarte.

3. Interceder.
Esto significa pararse en la brecha por otras personas o por alguna petición personal. Es el momento donde usas la Palabra de Dios para declarar hecho todo lo que Él ha prometido y decretado a fin de que Él pueda hacer su voluntad aquí en la tierra como en el cielo. Dios necesita que tú intercedas para que pueda intervenir y cambiar cualquier situación o circunstancia.

“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33:3  RV60).

4. Acción de gracias.
Al terminar de orar da gracias a Dios por ser bueno y fiel. La Biblia dice que, cuando Jesús le dio gracias a Dios Padre por los panes y peces, se multiplicaron. Tu agradecimiento determina la multiplicación de las bendiciones del Señor en tu vida.

Te invito a que empieces a orar por cinco a diez minutos e incrementar cada día un poco más de tiempo en la oración. Si cuidas tu relación con Dios, estarás cuidando tu bienestar y tus relaciones con los demás.

Piénsalo:

¿Cómo puedes mejorar tu vida de oración? ¿Cuáles son los beneficios de orar?