Ser tonto o inteligente es una decisión

SER TONTO O INTELIGENTE ES UNA DECISIÓN

“Para aprender, hay que amar la disciplina; es tonto despreciar la corrección” (Proverbios 12:1 NTV).

La persona tonta es tonta no porque Dios le haya hecho inferior, sino porque decide tener actitudes poco inteligentes. Se nos ha dado un libre albedrio para tomar decisiones voluntariamente, cada decisión que tomamos tiene el poder de impactar nuestro futuro de forma positiva o negativa.

Las personas eligen decisiones “tontas” a causa de la rebelión y la necedad. Hay individuos que simplemente no les gusta que los corrijan, no dejan que nadie les discipline o les enseñe el camino correcto. Ellos piensan que son sabios en su propia opinión y no quieren aprender de otros. Por lo tanto, siguen tropezando sobre la misma piedra y no ven resultados nuevos en sus vidas.

“Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar” (Proverbios 3:5-6 NTV).

La Palabra de Dios también nos exhorta al decirnos que no perdamos nuestro tiempo ni fuerza con aquellos que no quieren ser corregidos, porque esas personas no quieren cambiar. ¿Conoces a alguien así? o ¿Eres tú?

“No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; Corrige al sabio, y te amará. Da al sabio, y será más sabio; Enseña al justo, y aumentará su saber” (Proverbios 9:8-9 RV60).

Invierte bien tu vida, tu dinero, tu tiempo y tus palabras en personas sabias que aprovechan y valoran tus consejos. No desperdicies tus recursos en los necios ni en los perezosos, porque ellos siguen pensando que lo “saben todo” y su orgullo no los deja madurar.

“Los necios creen que su propio camino es el correcto, pero los sabios prestan atención a otros” (Proverbios 12:15 NTV).

Piénsalo:

¿Qué tipo de persona vas a decidir ser en este día?
¿Qué tipo de actitud van a reflejar tus decisiones?