CUIDANDO DE LAS PERSONAS
La verdadera forma de demostrar nuestro amor a Dios es cuando damos nuestra vida en beneficio de otros, esto es lo que Jesús quiso plasmar en el corazón de Pedro al cuestionarlo acerca del amor que sentía por Él y lo que Él requería para demostrar ese amor.
1. Dios es nuestro ejemplo como pastor (Salmo 23.1-4).
Dios nos promete en su Palabra que Él personalmente nos ayuda en situaciones difíciles, aunque pasemos por dificultades o por desiertos en nuestra vida Él nos guiará. (Isaías.58.11)
Jesús veía las multitudes y se compadecía de la gente porque eran como ovejas que no tenían pastor. La compasión movió al Padre a enviar a su hijo a morir en la cruz por nosotros.
2. El pastor ayuda a las personas a encontrar su propósito.
La Biblia nos enseña que cuando caminábamos sin la guianza del Señor estábamos muertos en delitos y pecados, pero Él nos dio vida y propósito (Efesios 2.1). Los pastores no ayudan a descubrir el propósito por el cual Dios nos creó y descubrimos que no somos un accidente en esta tierra (Romanos 9.11).
Cada uno de nosotros podemos ayudar a pastorear y cuidar de las personas para que encuentren su propósito en la vida y puedan ser felices (Salmo 138.8).
3. El pastor le ayuda a otros a pastorear (1ª. Pedro).
En Efesios 4.11 vemos que los pastores son un regalo de Dios a la humanidad ya que fueron constituidos por nuestro Señor Jesucristo para ser sus representantes aquí en la tierra. Jesús vino a enseñarnos la forma correcta de pastorear, dando su vida por las personas. Nosotros no necesitamos morir para que otros vivan porque Jesús pagó ese precio, pero sí podemos dar la vida en cuestión de tiempo, dinero y empatía.
Todos nosotros de alguna manera somos pastores ya sea que sirvamos en la iglesia o que asistamos solamente a una Casa de Paz.
Piénsalo:
¿Estás cuidando y amando a otras personas en tu vida?
¿Quién ha sido tu pastor o tu guía en los últimos años, meses o días?
