Comparte la palabra de Dios

COMPARTE LA PALABRA DE DIOS

“Dijo el Señor Jesús: “Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura” (Marcos 16:15 NVI).

¿Has escuchado decir que la raza humana está caída? Pues en realidad está muerta espiritualmente, por causa del pecado.

En la actualidad hay muchas personas viviendo una vida llena de conflictos, de amargura, tristeza y soledad que no saben cómo solucionar, o quizás están buscando en lugares equivocados. Por eso debemos renunciar a nuestra comodidad y llevar la Palabra al mundo dejándoles saber que Jesús es nuestra esperanza gloriosa y la solución a todos nuestros problemas.

Un mundo que está muerto, no se puede dar cuenta por sí solo. El pecado es una atadura que lleva a la condenación, es decir, mata eternamente.  Desafortunadamente las personas aún no se dan cuenta, están cegadas participando en su autodestrucción.

Muchos viven sin conocer a Dios y sus promesas. Esto los hace vivir sin la dirección divina; no por ser malos, sino por ignorancia.

“Los que están vivos al menos saben que un día van a morir, pero los muertos no saben nada. Ya no reciben más recompensas, y nadie los recuerda” (Eclesiastés 9:5 NTV).

Entonces, ¿qué debes hacer tu como hijo para ayudar a este mundo? Necesitas morir a tu comodidad, vencer la timidez, la inseguridad y el miedo de hablarles de Dios a otras personas. En otras palabras, necesitas morir al “yo”.

Tu eres un vaso en las manos de Dios, sin ti Él no puede alcanzar a los demás. Sigue leyendo la Biblia y memorízate algunos versos significativos para que puedas compartirlos con otros individuos. Hoy en día, a través de tus actos de fe estás siendo parte del libro de los Hechos en la Biblia. ¡Tú estás haciendo historia! Porque mayores cosas que las que hizo Jesús haremos nosotros por medio del Espíritu Santo.

“Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con el Padre” (Juan 14:12 NTV).

La obra de Jesucristo en la tierra fue la de resucitar a una humanidad muerta. El suyo fue un ministerio de resurrección y nosotros seguimos desarrollando ese ministerio en esta tierra.

Piénsalo:

¿Cómo puedes compartir la Palabra de Dios hoy?
¿A quién le puedes hablar del poder de la cruz?