TU ASIGNACIÓN ES A LARGO PLAZO
Este versículo habla de que Samuel llevó a cabo la asignación que Dios le había dado durante toda su vida. Ejerció la función de juez hasta terminar la tarea.
¿Has conocido personas que dejan las cosas a la mitad? Son individuos que no completan sus proyectos, ni su escuela, dejan su matrimonio a la mitad y algunos hasta abandonan sus ministerios.
He visto gente bien intencionada que comienza a servir al Señor en su iglesia con mucha emoción, quieren participar en todo y si fuera posible estarían en la iglesia todos los días, pero de repente algo les sucede, se distraen con las tentaciones cotidianas de este mundo y de pronto ya no están sirviendo al Señor, porque volvieron a su antigua vida y dejaron de cumplir el propósito de Dios para su vida.
Por el otro lado, Samuel era diferente y él cumplió su asignación hasta que murió.
El chiste no es comenzar, sino terminar.
Es fácil iniciar algo, pero es de los valientes completarlo.
Es de los simplones sólo comenzar bien, más es de los sabios terminar bien.
Yo quiero cumplir la asignación y propósito de Dios por el resto de mi vida en lo espiritual, familiar, social y financiero, y no solamente eso, sino que quiero comenzar y terminar mi asignación con excelencia.
Piénsalo:
¿Cuál es la asignación que debes cumplir a largo plazo?
¿Cómo sabes que te estas esforzando lo suficiente para lograr lo que Dios te asignó por el resto de tu vida?