¿QUÉ SUCEDE CUANDO ESPERAS EN EL SEÑOR?
La persona promedio se cansa de esperar en Dios y por eso se pierden las bendiciones del cielo. No saben que el que espera en el Señor renovará sus fuerzas y volará como el águila sobre las circunstancias de este mundo. Así que permíteme explicarte frase por frase de este versículo.
1. “… me hizo sacar del pozo de la desesperación” (Salmo 40:2 RV60).
Esto habla de ayudarte a salir de la confusión. Cuando una persona se está ahogando se desespera, se llena de pánico y en su confusión hasta puede ahogar a alguien más que lo está tratando de salvar. Un cónyuge desesperado puede ahogar a otros en su hogar cuando está agobiado y perplejo. Pero la buena noticia es que Dios te quiere sacar de ese pozo si estás pasando por una situación similar.
2. “… Del lodo cenagoso” (Salmo 40:2 RV60).
El lodo se refiere a cosas que pueden ensuciar tu reputación y tu carácter. Una persona confusa por el dolor o el odio a veces empeora su situación y se enloda en cosas como adicciones, robo, adulterio y mentiras. Cuando estamos enlodados y confundidos el único que nos puede limpiar y traer claridad es el Señor.
3. “… Puso mis pies sobre peña” (Salmo 40:2 RV60).
Aquí ilustramos la afirmación. El lodo habla de un lugar donde no tienes firmeza, donde otras personas te pueden hacer resbalar fácilmente. Por lo tanto, Dios dice que Él pone tus pies sobre roca. Cuando estás bien parado te sientes seguro en la vida. No importa que otros te critiquen o te quieran destruir, porque el Señor te afirma y Él levanta tu cabeza.
4. “… Enderezó mis pasos” (Salmo 40:2 RV60).
Esto habla de propósito. Habla de darte dirección cuando tus pasos iban en la dirección equivocada. Muchas personas en su desesperación se desvían del buen camino, se convierten en personas problemáticas en la sociedad, se vuelven improductivas y deambulan por la vida. Por lo tanto, ya no viven, sólo existen.
Cuando esperas en Dios Él te vuelve a dar propósito en la vida. Dejas de pasar por el mundo sin saber para qué existes. Comienzas a ver con claridad para que naciste y te haces una persona productiva y además disfrutas la vida.
Piénsalo:
¿En qué situación te estabas desesperando que sabes que necesitas entregársela a Dios?
¿Hay algo que estabas empezando a hacer que quizás no es saludable para ti, ni para tu familia?