TIEMPOS DE QUIETUD
Deja de pelear por ti mismo. Hay situaciones en las que nuestras fuerzas no son suficientes y nuestras ideas no parecen fluir con una solución clara. Es en este momento cuando debemos tomar tiempo de quietud para escuchar la voz de Dios con direcciones claras.
No dependas de tu propio conocimiento, tampoco ignores lo que quizás estés sintiendo a causa de la situación que estés pasando. Mejor, date la oportunidad de descansar y expresar lo que sientes en los tiempos de quietud con el Señor.
Dios no se cansa de escucharte ni de pasar tiempo contigo. Él quiere que tomes un tiempo de quietud a fin de que Él pueda hablarte. Muchas veces le decimos a Dios, “Háblame Papá” pero no podemos escucharlo porque en nuestro interior hay mucha conmoción y eso nos impide escuchar al Padre.
Necesitas darte la oportunidad de lamentarte y despojarte delante de Dios, hacer esto no tiene nada de malo, es necesario. La fuente primordial del descanso que tu necesitas viene del Padre Celestial. Así que no aparentas ser autosuficiente y deja que Dios pelee por ti mientras tu descansar en Su quietud.
Piénsalo:
¿Qué sentimientos o pensamientos has estado ignorando que necesitas traer delante de Dios?
¿Hace cuánto no tomas un tiempo de quietud con tu Padre Celestial?