¿POR QUÉ EXISTEN TEMPESTADES?
¿Por qué se levantan tempestades en nuestra vida? Porque cuando estÁs moviéndote hacia adelante, cuando estas cruzando la línea de comodidad a fin de cumplir con tu propósito siempre habrá oposición. El diablo sabe que si tus cruzas al otro lado, le vas a hacer estragos y vas a ganar almas y hacer discípulos, por lo tanto, se levantan las tormentas para tratar de detenerte.
La Biblia dice que al otro lado del lago había un endemoniado, “Tan pronto como desembarcó Jesús, un hombre poseído por un espíritu maligno le salió al encuentro de entre los sepulcros” (Marcos 5:2 NVI).
Jesús y sus discípulos iban en camino a librar y transformar la vida de una persona que tenía el potencial para evangelizar a miles de personas alrededor de su región. La historia de este endemoniado quien era un ciudadano de la región de los gerasenos es similar a la historia de los habitantes de nuestra ciudad.
No importa las tempestades que se levanten con la intención de atrasarnos, si Jesús dice al otro lado, entonces vamos a llegar al otro lado, no hay otra opción. Cuando Dios nos dijo que le hiciéramos un templo en Las Vegas, no importó la crisis financiera que estábamos pasando a nivel nacional, porque sabíamos que Dios nos lo había pedido.
Cuando Jesús dijo que miles de almas iban a ser salvas en esta iglesia nosotros lo creímos a pesar de las críticas y los mal entendidos, porque sabíamos que Dios nos lo había dicho. Por lo tanto, nuestra misión es: ganar almas y hacer discípulos formando de toda persona un líder de éxito en la vida espiritual, familiar, social y financiera.
Dios nos llama a cruzar al otro lado para poder restaurar y librar a aquellos habitantes en nuestra ciudad que necesitan del amor del Padre Celestial. La Biblia nos enseña que después que este hombre endemoniado fue librado por Jesucristo había quedado
.
Este hombre estaba tan agradecido con Jesús que quería seguirlo como los discípulos, pero Jesús le dijo que no, que mejor fuera a sus parientes y familiares para contarles como Él le tuvo misericordia, y así fue.
No le tengas miedo a las tempestades que se levantan en tu contra. Reconoce que esto pasará mientras tu sigas moviéndote hacia adelante. Sigue cruzando la línea de comodidad, sigue cruzando al otro lado del lago y recuerda que Dios está a tu lado. Si Él te dijo, “¡Crucemos al otro lado”, cruza!
Piénsalo:
¿Cuál es la tempestad que se está levantando en tu contra?
¿Hasta dónde quieres llegar?