EXPRÉSALO
Es difícil guardar todo en tu pecho cuando estás sufriendo o cuando estás bajo mucho estrés en la vida. Necesitas saber ventilar la frustración. Si no lo haces siempre saldrá de otras maneras. Tarde que temprano explotarás y lo expresarás de la forma equivocada; dañarás a los que amas, te costará amistades, trabajo, negocios, y mucho más.
No dejes que la frustración se convierta en amargura. Hoy te quiero compartir dos formas sanas de cómo puedes expresar tus frustraciones.
1. Exprésalo a Dios, primeramente. Procura tener una cita con el Señor todos los días. No salgas a trabajar o a la escuela sin antes haber aquietado tu alma en oración.
2. Cuando necesites expresarlo a otras personas, entonces hazlo de forma constructiva, cuida no envenenar a otros, siempre recuerda lo siguiente: No es lo que digo, sino cómo lo digo, cuándo lo digo, a quién se lo digo, y en dónde lo digo.
No internalices tu frustración porque te convertirás en una bomba de tiempo, pero aprende a liberar tu estrés de forma saludable. Comienza diciéndole a Dios como te sientes.
Piénsalo:
¿Cómo puedes ventilar tu frustración?
¿Con quién necesitas hablar para arreglar un asunto pendiente? ¿Cómo lo debes hacer?