Exprésalo

EXPRÉSALO

“No puedo evitar hablar; debo expresar mi angustia. Mi alma llena de amargura debe quejarse” (Job 7:11 NTV).

Es difícil guardar todo en tu pecho cuando estás sufriendo o cuando estás bajo mucho estrés en la vida. Necesitas saber ventilar la frustración. Si no lo haces siempre saldrá de otras maneras. Tarde que temprano explotarás y lo expresarás de la forma equivocada; dañarás a los que amas, te costará amistades, trabajo, negocios, y mucho más.

“No puedo evitar hablar; debo expresar mi angustia. Mi alma llena de amargura debe quejarse”(Job 7:11 NTV).

No dejes que la frustración se convierta en amargura. Hoy te quiero compartir dos formas sanas de cómo puedes expresar tus frustraciones.

1. Exprésalo a Dios, primeramente. Procura tener una cita con el Señor todos los días. No salgas a trabajar o a la escuela sin antes haber aquietado tu alma en oración.

2. Cuando necesites expresarlo a otras personas, entonces hazlo de forma constructiva, cuida no envenenar a otros, siempre recuerda lo siguiente: No es lo que digo, sino cómo lo digo, cuándo lo digo, a quién se lo digo, y en dónde lo digo.

“Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!”(Santiago 3:5 RV60).

No internalices tu frustración porque te convertirás en una bomba de tiempo, pero aprende a liberar tu estrés de forma saludable. Comienza diciéndole a Dios como te sientes.

“No puedo evitar hablar; debo expresar mi angustia. Mi alma llena de amargura debe quejarse” (Job 7:11 NTV).

Piénsalo:

¿Cómo puedes ventilar tu frustración?
¿Con quién necesitas hablar para arreglar un asunto pendiente? ¿Cómo lo debes hacer?