Raíces de amargura

RAÍCES DE AMARGURA

“Se me afligía el corazón y se me amargaba el ánimo por mi necedad e ignorancia. ¡Me porté contigo como una bestia!” (Salmo 73:21-22 NVI).

Todos hemos estado enfermos en nuestro corazón o quizás en la actualidad seguimos lidiando con enfermedades del corazón. Estos sentimientos nos estorban en la vida, porque son emociones tóxicas.

En este día quiero que recordemos la importancia de guardar nuestro corazón en medio de las tempestades.

¿Cómo podemos definir la amargura? La amargura es un sentimiento en el alma que se siente como ira y tristeza, pero más bien no es un sentimiento, es un resentimiento. Es decir, es un sentimiento recalentado causado por algo doloroso que nos hicieron.

El enojo sin resolución es un punto de entrada para el diablo. La Biblia dice:

“Si se enojan, no pequen. No permitan que el enojo les dure hasta la puesta del sol, ni den cabida al diablo” (Efesios 4:26-27 NVI).

La amargura viene como resultado de una ofensa cuando se nos hace algo porque nosotros decidimos no perdonar. Cuando no solucionamos el enojo, entonces se convierte en resentimiento y el resentimiento se convierte en una raíz de amargura.

“Asegúrense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos” (Hebreos 12:15 NVI).

La amargura es como un cáncer en el alma que nos comienza a carcomer y distorsionar, nos hace personas antisociales. La amargura nos transforma y causa que nos olvidemos de todo lo bueno que Dios ha hecho, porque sólo nos concentramos en lo malo.

¿Qué te quiero decir hoy? Que cuides el jardín de tu corazón. Hay muchos problemas en el mundo que nos desgastan emocionalmente y que pueden llegar a afectar nuestro patrón de pensamientos, pero debemos descansar nuestro ser en el Señor todos los días para seguir adelante en la vida y seguir siendo de bendición a los demás.

“Se me afligía el corazón y se me amargaba el ánimo por mi necedad e ignorancia. ¡Me porté contigo como una bestia!” (Salmo 73:21-22 NVI).

Piénsalo:

¿Por qué es importante monitorear tus emociones?
¿Cuáles raíces de amargura necesitas arrancar de tu corazón?