PECADO, REBELIÓN Y ENOJO
Hay tres palabras aquí que me llaman la atención: “pecado”, “rebelión”, y “enojo”.
1. PECADO.
Muchas veces las personas cuando pecan se meten en problemas, y sufren como consecuencia de sus pecados. Nadie les dijo que adulteraran ni que se metieran con la mujer de su prójimo, nadie los obligó a usar drogas o alcohol, ni a terminar en la cárcel por manejar borrachos. Cada uno es responsable de sus decisiones. El pecado es una decisión, no una tentación que no “pudiste” dominar.
2. REBELIÓN.
Muchas veces cuando las personas se encuentran sufriendo las consecuencias de sus pecados se rebelan contra Dios y contra la sociedad. Empeoran las cosas con sus actitudes, culpan a la iglesia de que no les ayuda, culpan a Dios, y dejan de asistir a la iglesia.
3. ENOJO.
Una persona que tiene rebelión en su corazón tiende a tener enojo en su vida.
Algunos internalizan la ira, otros la ventilan peleando contra las personas o hundiéndose en el alcohol. Se rebelan contra la sociedad y comienzan a hacer locuras enojados con el mundo y enojados hasta con Dios.
Necesitamos romper el ciclo de pecado, rebelión y enojo. Este es el ciclo que nos ha llevado al fracaso en la sociedad y en el mundo en general. No repitamos los mismos errores de nuestros antepasados, mejor escojamos romper con todo ciclo tóxico a fin de mejorar nuestras familias, matrimonios y a nosotros mismos.
Piénsalo:
¿Qué ciclo necesitas cerrar en tu vida?
¿Cómo puedes ventilar el enojo de una manera sana?