¿Quién me moverá esa piedra?

¿QUIÉN ME MOVERÁ ESA PIEDRA?

En el camino, se preguntaban unas a otras: «¿Quién nos correrá la piedra de la entrada de la tumba? (Marcos 16:3 NTV).


Hay problemas constantes en la vida. Hay problemas pequeños y problemas grandes, tenemos dificultades que parecen tener una roca gigante enfrente de nosotros que no podemos mover.

Yo soy una persona que por naturaleza me preocupo mucho, a veces me preocupo por adelantado. Es decir, estoy pensando ahora en situaciones que tengo que resolver el próximo mes, aunque todavía no hemos llegado ahí. A veces me parecen muy difíciles, pero cuando llegamos ahí veo que Dios ya ha obrado a mi favor.

¿Cómo lograré completar la universidad? ¿Cómo llegaré con éxito al final este matrimonio? ¿Como podré seguir adelante en el ministerio con esta roca enfrente?

Son preguntas que nos hacemos, pero, tenemos que aprender a descansar en el Señor cuando los problemas parecen ser más grandes que nuestras fuerzas, más grandes que nuestra inteligencia, mayores que nuestro dinero o nuestras conexiones políticas. Dios siempre estará ahí y nos sorprenderá, así como sorprendió a estas mujeres cuando llegaron a la tumba.

“Pero cuando llegaron, se fijaron y vieron que la piedra, que era muy grande, ya estaba corrida”(Marcos 6:4 NTV)

Piénsalo:

¿Qué situación en tu vida te ha causado estrés por no saber como se resolverá? ¿Qué circunstancias recuerdas de tu pasado, en la que viste como Dios obró a tu favor, cuando parecía imposible? ¿Qué vas a hacer de hoy en adelante para descansar en Dios?