Obedientes, sabios e ingenuos

OBEDIENTES, SABIOS E INGENUOS

La obediencia de ustedes ha llegado a ser bien conocida por todos, lo que me llena de alegría por ustedes; pero quiero que sean sabios para el bien, e ingenuos para el mal. (Romanos 16:19 RVC)

1. La gente nota algo diferente en nosotros cuando somos personas obedientes.
Hay cosas que se miran fácilmente tales como, ausencia de rebeldía, espíritu afable, hay bendición, hay paz. En contraste, podemos observar en las personas que les cuesta obedecer, muchos problemas asociados con la rebeldía, cárcel, récords criminales, pérdidas de trabajo, son individuos sin paz, siempre sospechan de otros y parece que siempre se tienen que andar cuidando.
Obedecer los mandamientos de Dios es sabio.

2. Debemos ser sabios para hacer todo lo que es bueno.
Si queremos hacer lo bueno, es necesaria la sabiduría divina, si estás falto de ella, pídesela a Dios en oración.

3. Debemos ser ingenuos.
Hay ocasiones que si nos conviene ser ingenuos. La sabiduría consiste en ser como niños cuando se trata de la malicia, pero debemos ser maduros en nuestra forma de pensar.

La obediencia de ustedes ha llegado a ser bien conocida por todos, lo que me llena de alegría por ustedes; pero quiero que sean sabios para el bien, e ingenuos para el mal. (Romanos 16:19 RVC)

Nos conviene seguir las instrucciones de Dios para nuestra vida, así es que pidámosle al Espíritu Santo que ponga en nosotros el querer, como el hacer de obedecerle, que nos dé sabiduría y que limpie nuestra mente de toda maldad.

Piénsalo:

¿Conoces lo que le agrada a Dios y lo que no le agrada?
¿De qué manera crees que te beneficia obedecer a Dios?