¿Tengo opción?

¿TENGO OPCIÓN?

 ¡Ahora escucha! En este día, te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre la prosperidad y la calamidad. Pues hoy te ordeno que ames al Señor tu Dios y cumplas sus mandatos, decretos y ordenanzas andando en sus caminos. Si lo haces, vivirás y te multiplicarás, y el Señor tu Dios te bendecirá a ti y también a la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer. (Deuteronomio 30:15-16 NTV)

¿Vida? ¿Muerte? ¿Prosperidad? ¿Calamidad? ¿Bendiciones? ¿Maldiciones? ¿Cuál es la clave? ¿Qué es lo que eliges?

Dios quiere que elijamos la vida, pero, para poder obtener vida, prosperidad y bendiciones, tenemos que cumplir con ciertas condiciones que también él nos dejó bien claras en Su Palabra, que son: Amarlo, obedecerlo y comprometernos firmemente con Él.

Dios nos ha dado libre albedrio, Él nos da las dos opciones que tenemos en la vida, y cada uno decide qué camino seguir, y dependiendo de lo que elijamos es el legado que dejaremos a nuestras generaciones.

 Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la decisión que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus descendientes puedan vivir!

Puedes elegir esa opción al amar, al obedecer y al comprometerte firmemente con el Señor tu Dios. Esa es la clave para tu vida. Y si amas y obedeces al Señor, vivirás por muchos años en la tierra que el Señor juró dar a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob». (Deuteronomio 30:19-20 NTV)

Escucha bien: ¡hoy te doy a elegir entre una bendición y una maldición!
Recibirás bendición si obedeces los mandatos del Señor tu Dios que te entrego hoy…. (Deut. 11:26-28 NTV)

Piénsalo:

¿Qué cambios tienes que hacer en tu vida para lograr ser bendecido?
¿Actualmente con tu manera de vivir que tipo de legado estás dejando a tus generaciones?
¿En qué lugar está Dios en tu vida?