VUELVE A CIRCUNCIDAR
Circuncidar nos habla de cortar.
La Biblia enseña que ahora la verdadera circuncisión es la del corazón.
‘Circuncidar el corazón’ significa librarse de cualquier cosa en el modo de pensar, afectos o motivos que sean desagradables a los ojos de Dios y que insensibilice el corazón.
Debemos cortar constantemente de nuestro corazón todo aquello que nos estorba el morir al yo, aquello que no nos permite hacer la voluntad de Dios ni alcanzar Su propósito.
Debemos reconocer esas áreas de debilidad en nuestra vida, rendírselas a Dios y permitir que Él nos las quite, aunque duela, si es que queremos que Dios nos transforme en personas nuevas.
Piénsalo:
¿Estás haciendo la voluntad de Dios o tu voluntad?
¿Qué sabes qué debes hacer y no lo has hecho?
¿Qué actitudes, pensamientos o hábitos debes cortar para lograr cumplir la voluntad de Dios, que es buena, agradable y perfecta?