¿Cómo superar la desilusión?

¿CÓMO SUPERAR LA DESILUSIÓN?

Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había de ver la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. (Salmos 27:13 LBLA)

1. Descubre la raíz de tu desilusión. ¿En dónde pusiste una expectativa falsa?
¿Por qué te sientes desilusionado? ¿Qué expectativas irrealistas has puesto en las personas? ¿Has perdido una amistad importante? ¿Te ha desilusionado tu esposo (a)? ¿Has perdido un trabajo o una beca? ¿Te han desilusionado en la iglesia? ¿Qué te tiene desilusionado? Debes enfrentar la verdad. … y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. (Juan 8:32 RVC)

2. Arrepiéntete de las expectativas irreales que te has creado.  No puedes poner expectativas falsas a nadie, nadie va a llenar tus necesidades porque solamente Dios te las podrá llenar, los espacios vacíos en tu corazón sólo Dios los puede llenar.  Tu esposo no es Dios. Tu identidad tiene que estar basada en Dios, porque si no, vas a vivir frustrado toda la vida, vas a tener todo el tiempo fuegos en tu casa. La iglesia no es perfecta, las personas de la iglesia no son perfectas, etc. El Señor es mi pastor, nada me falta. (Salmos 23:1 NVI)

3. Hay que liberarse y cerrar las puertas a los espíritus inmundos. Hay que resistir al diablo. “Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. (Santiago 4:7) Echa fuera todo espíritu inmundo de tu vida.

4. Afírmate en la bondad de Dios.  Es bien importante que te afirmes en la verdad de Dios. Tu cimiento debe estar en el verdadero amor de Dios, en su bondad. ¿Cómo puedes culpar a Dios de las cosas que te suceden? No puedes culpar a Dios de quien te ha hecho mal. Aunque haya personas que te han desilusionado, Dios nunca te ha dejado, nunca te ha fallado, nunca te ha hecho nada malo. Él siempre tiene planes de bien para ti. La esperanza no cumplida es desilusión, pero pon tu esperanza en el Señor, ten valor, ten ánimo, pon tu esperanza en el Señor y afírmate en su bondad.

Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había de ver la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. (Salmos 27:13 LBLA)

Piénsalo:

¿Cuál es la raíz de tu desilusión?
¿Sobre quién habías puesto altas expectativas?
¿Has puesto tus cimientos y esperanza en Dios?