TU ESCOGES RECORDAR LO BUENO
¿Qué te hace sentir cuando recuerdas ciertos lugares o ciertas personas?
Tener memorias dolorosas o recuerdos felices es una opción. Tú decides qué es lo que quieres pensar.
Filipos era una ciudad donde Pablo había sufrido mucho y en donde se le había tratado con mucha injusticia al punto que fue metido a la cárcel injustamente. (Ver Hechos 16).
Pero cuando recordaba a los Filipenses en sus oraciones, no estaba trayendo a la memoria sus humillaciones, si no dando gracias a Dios por las cosas buenas que también había experimentado.
Cuando tú lees todo el libro observas que hubo personas que lo humillaron, pero también otras personas que le ayudaron, y estas son las que él prefería recordar y por las cuales daba gracias a Dios en sus oraciones.
Tú no puedes cambiar lo desagradable que te sucedió, pero si puedes cambiar lo que decides pensar. Lo malo que ya te pasó no es una opción, pero decirle a tu cerebro en que quieres pensar todavía es tu elección. ¡Tú decides!
Piénsalo:
¿Qué necesitas dejar de recordar?
¿Qué deseas comenzar a recordar?