RECLAMAR DERECHOS NO RESUELVE LOS PROBLEMAS
Muchas veces los seres humanos cuando tenemos una necesidad, lo primero que hacemos es reclamar para que se nos suplan nuestros derechos. Pero ¿realmente funciona ese método? Veamos lo que debemos hacer cuando se trata de satisfacer necesidades:
1. Ponerse de acuerdo: Lo primero que debes hacer es ponerte de acuerdo en que lo más importante en tu casa será resolver rápidamente toda dificultad con amor, respeto y dignidad.
La Biblia dice:
2. Renunciar a los derechos: ambas partes deben aprender a renunciar a sus derechos. No reclames egoístamente lo que tú mereces. Generalmente esto tendrá un efecto negativo porque la otra persona pensará que estás ignorando sus sentimientos y sus derechos.
La Biblia dice:
3. Valora a las otras personas.
Pregúntate ¿Qué puedo hacer por mi esposa? En vez de preguntar ¿Qué puede hacer ella por mí? ¿Qué puedo ofrecer a mis compañeros, hijos o amigos?
La Biblia dice:
Si ambos tienen esta actitud entonces verás que las dificultades en el hogar no son una tragedia. Siempre habrá “problemas” pero no serán dañinos porque hemos aprendido a resolverlos fácilmente antes de que se conviertan en “verdaderos problemas”.
Piénsalo:
¿Has estado reclamando derechos últimamente? ¿Tu actitud demandante a funcionado?
¿Qué puedes hacer por la otra persona en vez de demandar por tus necesidades?