FAMA QUE HONRA EL NOMBRE DE DIOS
Cuando la reina de Saba se enteró de la fama de Salomón, fama que honraba el nombre del Señor, fue a visitarlo para ponerlo a prueba con preguntas difíciles. (1 Reyes 10:1 NTV)
Fama que honraba el nombre del Señor.
Habrá ocasiones en que seremos conocidos por causa de lo que hacemos para Dios, pero no debemos confundir esto con la fama que buscan generalmente los seres humanos a costa de todo, con la intención de ser poderosos, conocidos, famosos, populares y bien cotizados.
La persona que sirve a Dios reconocerá que la vida no se trata de él o de ella, sino de Dios. Sabe que sólo somos administradores y que Dios es el dueño. Sólo somos canales, pero Dios es la fuente de la bendición. Todo lo que somos y hacemos debe apuntar a otros hacia Dios, no atraer la atención hacia nosotros mismos, sino hacia Dios.
Jesús dijo:
“apartados de mi nada pueden hacer” (Juan 15:5)
Lo que somos es porque Dios nos hizo; lo que tenemos es porque Dios nos lo ha provisto; donde estamos es porque Dios nos trajo; a donde vamos es porque Dios nos llevará.
Cuando la reina de Saba se enteró de la fama de Salomón, fama que honraba el nombre del Señor, fue a visitarlo para ponerlo a prueba con preguntas difíciles. (1 Reyes 10:1 NTV)
Piénsalo:
¿Te ha dado fama Dios por lo que haces?
¿De qué manera le das la gloria a Dios por lo que Él te ha permitido lograr?
¿En lo que haces lo usas para atraer gente hacia Dios o para tú ser conocido?