ANTES QUE TODO…
Antes…
Dios primero pensó en un propósito para ti y después te creó.
No te creó y luego digo: “ups ¿y ahora que hago con este Guillermo” (pon tu nombre)?
Que te formase…
Dios te formó. No fuiste un accidente de un esperma con un óvulo.
No fuiste producto de la evolución ni descendiente de un gorila.
No tienes el cuerpo, ni temperamento por accidente. Él te formó con cuidado.
En el vientre…
El señor te tejió en el vientre de tu madre. En el vientre se forma sólo lo importante.
No vienes de una explosión de gases y sustancias químicas que de repente tomaron vida.
Te conocí…
Dios te conoció desde antes que te creara.
Sabe todos nuestros defectos, pecados y aún nos sigue amando.
Conoce todos nuestros errores y aun así se toma el riesgo conmigo y contigo para cumplir su propósito.
Y antes que nacieses…
Primero nos crea y luego antes de nacer confirma nuestro llamado específico otra vez.
Te santifiqué,
Quiere decir, te aparté para …
Te di
Primero nos crea y luego nos “regala”.
Dios es nuestro dueño, pero nos da como un regalo a la humanidad. Tus dones son un regalo a la humanidad que Dios ama tanto.
Por profeta…
La función de Jeremías de parte de Dios fue ser profeta.
¿Cuál es tu función? Pastor, empresario, maestro, un político o abogado honesto, etc.
A las naciones.
Nuestro propósito debe influir al mundo, no sólo a mi pequeño círculo de amistades.
Quizás no puedo ir yo por todo el mundo, pero mi propósito debe cambiar mi comunidad, mi ciudad, mi escuela, y mi entorno.
Date cuenta…
Somos personas muy valiosas para Dios, cargamos algo que aportar para bendecir mucho a este mundo.
Decide y actúa…
Deja ya los pensamientos de lástima propia.
Piénsalo:
¿Has añadido valor a las personas a tu derredor? ¿Son mejores por causa de ti?
¿Está mejor tu casa, tu iglesia, tu escuela contigo, que sin ti?