Depende con quién hablas…

DEPENDE CON QUIÉN HABLAS…

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. (Jeremías 33:3 RV60)

Clama a mí…

No debemos clamar a los hombres, pues estos tienen limitaciones, sino a Dios que todo lo puede y todo lo sabe sobre nuestra vida.
La ayuda a largo plazo no la encontramos en un conferencista experto en temas de autoayuda que nos motiva temporalmente, sino en Dios, quien provee una esperanza eterna.

y yo te responderé…

Si llamas por teléfono al 911 te responderá una operadora preguntándote que tipo de servicio necesitas, pero si clamas a Dios, Él mismo te responderá sabiendo de antemano lo que necesitas porque Él lo conoce todo, incluyendo el dolor que ahora podrías estar pasando.

y te enseñaré…

Dios se asegurará que tú y yo aprendamos algo en medio del sufrimiento: Que le saquemos provecho a las dificultades.

Cosas grandes y ocultas que tú no conoces. (Jer. 33:3)

Hay cosas grandes que Dios tiene en mente para ti, y aunque no las alcanzas a ver todavía, Él te las mostrará cuando clames a Él, cuando pongas tu confianza en Él, cuando dediques un tiempo diario para platicar con Él.

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. (Jeremías 33:3 RV60)

Piénsalo:

¿A quién has clamado por ayuda en momentos de dificultad?
¿Qué enseñanza te ha dado Dios después de clamar a Él?
¿En qué situaciones en el pasado después de clamar a Dios viste Su respuesta obrando?