LA SENCILLA CONCLUSIÓN
La vida puede ser tan complicada o tan sencilla, como queramos hacerla con nuestras actitudes y forma de vivir.
No necesitamos complicarnos mucho con palabrerías y filosofías. No necesitamos argumentar mucho sobre doctrinas y metodologías. No necesitamos competir y pelear entre diferentes culturas.
La sencilla conclusión de cómo usar nuestra vida es:
1. Amar, temer y alabar a Dios.
2. Obedecer sus mandamientos.
Esto es lo principal que traerá paz a los hombres en el mundo, a los hogares, a las escuelas y a las iglesias.
No se necesitarían ejércitos, si sólo estás dos cosas practicáramos un poco más frecuentemente.
Piénsalo:
¿Estás viviendo la vida de una manera complicada o sencilla como Dios dice?
¿De qué manera demuestras tu temor (respeto) a Dios?
¿Deseas que haya paz en el mundo, en tu hogar, en tu trabajo?