JUNTOS EN LOS TIEMPOS DE TRISTEZA
Juntos debemos compartir nuestros temores y dolores sin ser criticados ni juzgados, sino apoyados.
Jesús siendo Dios, tenía mucha tristeza, pero, eso no se lo dijo a la multitud, sino a los más cercanos (Pedro, Santiago y Juan) les dijo “quédense conmigo y velen conmigo” tenía necesidad de sus amigos, por la aflicción que estaba pasando.
No se quería quedar solo. Ellos no podían hacer nada por Él, pero quería la compañía de sus amigos. Si nuestro Señor Jesús pidió a tres de sus mejores amigos que le ayudarán a orar en los momentos más difíciles de su vida, ¿Quiénes somos nosotros para creer que podemos vivir emocionalmente saludables aislados de los demás?
Dios no nos hizo todopoderosos, nos diseñó para apoyarnos los unos a los otros.
Todos necesitamos amigos que nos apoyen en esos momentos difíciles de la vida.
Las cargas son más livianas cuando se comparten con otras personas.
Esas amistades se pueden cultivar en tu GDC. Está comprobado que las personas con amigos son más estables y resistentes en los problemas. Está comprobado que cuando pasan las crisis de la vida no se desmoronan tan fácilmente.
Piénsalo:
¿Tienes ese tipo de amistades en la iglesia?
¿Para quién eres tú ese amigo cercano?
¿Quién puede contar contigo en tiempos de crisis?