DE DETRÁS DE LAS OVEJAS, AL TRONO
El rey David no comenzó en un palacio, él estaba detrás de las ovejas. No importa de dónde vengas tú o que has hecho. David fue despreciado al principio hasta por su papá y por sus hermanos. ¿Te has sentido menospreciado por tu familia?
1.- No importa lo que la gente diga. Lo importante es lo que Dios dice. Nuestro gozo no depende de lo que diga la gente, sino de lo que dice la Palabra de Dios que somos. Yo prefiero creerle a Dios.
2.- No importa mi pasado. A Dios no le importa tu pasado, porque cuando venimos a Cristo todo es perdonado cuando nos arrepentimos. “Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡Una nueva vida ha comenzado”. (2 Co. 5:17 NTV)
3.- No importa quién tuvo la culpa. No debemos buscar culpables de las desgracias que nos sucedieron. De nuestro pasado no hay nada que se pueda hacer, sólo pedir perdón y Dios perdona.
Dios nos sacó de detrás de las ovejas, para establecernos como príncipes de su reino y dejar un legado de bendición.
Piénsalo:
¿De dónde te sacó Dios?
¿Habías dejado que tu pasado o lo que dicen las personas te impidiera ver lo que Dios tiene para tu vida?
¿Crees que Dios puede hacer algo grande a través de ti?