NO QUIERO SER TERRENO ROCOSO
En estos tiempos se está viendo qué tipo de terreno somos cada uno de nosotros sobre el cual la Palabra de Dios ha sido sembrada.
Algunas personas mostraban felicidad cuando estaban en la iglesia, pero solo tenían una relación superficial con Dios. Ahora que han llegado los problemas y la presión de esta crisis, se está manifestando que no tenían raíces profundas, que no tenían convicciones fuertes. Se están secando bajo el calor de las dificultades.
Pero hay otros que han revelado que siempre han sido buena tierra y siguen dando fruto, sirviendo a Dios a través de servir a las personas. Siguen practicando los seis hábitos del discípulo de éxito. Siguen dando fruto en la vida espiritual familiar, social y financiera.
Piénsalo:
¿Qué tipo de terreno eres tú?
¿Te has apartado del propósito de Dios por los problemas o has seguido dando fruto en todas las áreas de tu vida a pesar de la crisis?
¿Sigues practicando los hábitos del discípulo de éxito y sirviendo a Dios de alguna manera?