EL HOGAR DE ALGUIEN QUE RECHAZÓ A DIOS
Cuando leo este texto me hace pensar que hay una diferencia visible entre la casa de una persona malvada que rechaza a Dios y la de una persona justa que sirve al Señor.
Los hogares de los malvados se quemarán por completo; azufre ardiente llueve sobre sus casas. (Job 18:14-15NTV)
Por el contrario, se nota la armonía y la paz que hay en un hogar que decide poner a Dios como el centro de sus vidas:
Las relaciones en el matrimonio parecen ser más saludables.
Los hijos parecen ser más respetuosos, estudiosos, responsables y cooperadores.
Las finanzas son bendecidas y en ese hogar no tiene falta de ningún bien.
Los miembros de esa casa tienen buenos valores, como creer los unos en los otros, trabajan en equipo, tienen relaciones saludables, se rinden cuentas unos a otros, se respetan, se valoran, etc.
Piénsalo:
¿Qué se percibe en tu casa?
¿Te consideras una persona justa que sirve al Señor o lo has rechazado?
¿Cuál es la mayor bendición que has tenido por servirle a Dios?