El hogar de alguien que rechazó a Dios

EL HOGAR DE ALGUIEN QUE RECHAZÓ A DIOS

Dirán: “Este fue el hogar de una persona malvada, el lugar de alguien que rechazó a Dios”». (Job 18:21NTV)

Cuando leo este texto me hace pensar que hay una diferencia visible entre la casa de una persona malvada que rechaza a Dios y la de una persona justa que sirve al Señor.

Son arrancados de la seguridad de sus hogares y llevados al rey de los terrores.
Los hogares de los malvados se quemarán por completo; azufre ardiente llueve sobre sus casas. (Job 18:14-15NTV)

Por el contrario, se nota la armonía y la paz que hay en un hogar que decide poner a Dios como el centro de sus vidas:
Las relaciones en el matrimonio parecen ser más saludables.

Los hijos parecen ser más respetuosos, estudiosos, responsables y cooperadores.

Las finanzas son bendecidas y en ese hogar no tiene falta de ningún bien.

Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan. (Salmos 37:25 RV60)

Los miembros de esa casa tienen buenos valores, como creer los unos en los otros, trabajan en equipo, tienen relaciones saludables, se rinden cuentas unos a otros, se respetan, se valoran, etc.

Piénsalo:

¿Qué se percibe en tu casa?
¿Te consideras una persona justa que sirve al Señor o lo has rechazado?
¿Cuál es la mayor bendición que has tenido por servirle a Dios?