DIOS PONE A CADA PERSONA EN SU NICHO
—Si quiero que él siga vivo hasta que yo regrese, ¿qué tiene que ver contigo? En cuanto a ti, sígueme. (Juan 21:21-22 NTV)
Jesús reparte ministerios como Él quiere y a quien Él quiere.
A Juan le encargó el cuidado de su madre. El amoroso apóstol la llevaría a su casa y él sería ideal para cuidar de una madre que pasaría por un proceso de duelo con un vacío en su corazón y que de seguro ocuparía compañía; que mejor que alguien paciente y comprensivo como Juan. (Leer Juan 19:26-27)
A Pedro le dio el cuidado de su Iglesia. Esta se beneficiaría del liderazgo de Pedro. Estaba mejor equipado para la organización, supervisión, viajes, resolución de conflictos, etc.
Lecciones claves:
1. No debemos tener celos de otros.
2. No debemos compararnos con nadie. Todos somos valiosos.
3. No debemos de competir entre nosotros, sino hacer equipo con otros para lograr algo más grande que uno mismo. Uno solo es demasiado pequeño para hacer cosas grandes.
4. Ser agradecido con Dios por lo que nos ha confiado, y ahí ser fiel, leal, fructífero, disfrutarlo y hacer una diferencia en nuestro mundo.
—Si quiero que él siga vivo hasta que yo regrese, ¿qué tiene que ver contigo? En cuanto a ti, sígueme. (Juan 21:21-22 NTV)
Piénsalo:
¿Qué asignación te ha dado Dios a ti? ¿Estás dando fruto ahí?
¿Por qué crees que no es saludable compararte con otros?
¿Por qué crees que se logran cosas más grandes al trabajar en equipo?