Hay felicidad en nuestro nicho

HAY FELICIDAD EN NUESTRO NICHO

No todos tenemos las mismas habilidades, ni necesitamos ser expertos en todas las cosas.

… ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les haya dado. (Romanos 12:3 NTV)

Seremos efectivos y disfrutaremos lo que hacemos cuando aprendamos a trabajar en aquello en lo que Dios nos equipó para hacer.
Dios nos creó con un propósito específico y las habilidades y capacidades con las cuales nacimos fueron dadas por Él, y son ideales para cumplir con nuestro propósito.

Viviré con muchísimo gozo si logro:
1. Entender el propósito para el cual nací.
2. Descubrir mis habilidades y dones naturales. No necesito envidiar a nadie. Soy perfectamente formado para el perfecto propósito de mi vida.
3. Vivir en mi nicho, usando los dones que Dios me dio para cumplir el propósito que Él tiene para mi vida.

Y entonces, ¡Seré la persona más exitosa y feliz del mundo!

Dios, en su gracia, nos ha dado dones diferentes para hacer bien determinadas cosas.
Por lo tanto, si Dios te dio la capacidad de profetizar, habla con toda la fe que Dios te haya concedido. Si tu don es servir a otros, sírvelos bien. Si eres maestro, enseña bien.
Si tu don consiste en animar a otros, anímalos. Si tu don es dar, hazlo con generosidad.
Si Dios te ha dado la capacidad de liderar, toma la responsabilidad en serio.
Y si tienes el don de mostrar bondad a otros, hazlo con gusto. (Romanos 12:6-8
NTV)

Piénsalo:

¿Disfrutas lo que haces en tu trabajo, ministerio o en tu profesión?
¿Cuáles son los dones y habilidades que Dios te ha dado?
¿Dónde o de qué manera te gustaría desarrollar esos dones?
¿Conoces el propósito de Dios para tu vida?