Mi generosidad produce bendición

MI GENEROSIDAD PRODUCE BENDICIÓN
 A MIS FUTURAS GENERACIONES

Además podríamos decir que esos levitas —los que reciben el diezmo— pagaron un diezmo a Melquisedec cuando lo pagó su antepasado Abraham. (Hebreos 7:9 NTV)

Los levitas eran algo así como los “bisnietos” de Abraham. (Abraham, Isaac, Jacob, Levi).
Veamos que Abraham comenzó DANDO los diezmos a Melquisedec, pero cuatro generaciones más adelante sus bisnietos RECIBÍAN los diezmos.
El bisabuelo sembró diezmos en el rey Melquisedec y ellos cosecharon más adelante lo mismo que su antepasado sembró, pero multiplicado.

Yo declaro que Dinora y yo hemos comenzado un ciclo de bendición para nosotros y para nuestra futura descendencia.
Esta bendición continuará a nuestras hijas, nietos, bisnietos, y todas nuestras generaciones venideras hasta el regreso de nuestro Señor Jesucristo.
Esta bendición será manifiesta en todas las áreas de la vida, espiritual, familiar, social y financiera.

Esta bendición comenzó con nosotros, así como comenzó en Abraham. El mismo recibió pan, vino, y la bendición.

Y Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, le llevó pan y vino a Abram. Melquisedec bendijo a Abram con la siguiente bendición: «Bendito sea Abram por Dios Altísimo, Creador de los cielos y la tierra. Y bendito sea Dios Altísimo, que derrotó a tus enemigos por ti». Luego Abram dio a Melquisedec una décima parte de todos los bienes que había recuperado. (Genesis 14:18-20 NTV)

Piénsalo:

¿Estás comenzando un ciclo de bendición para tus generaciones al dar tus diezmos?
¿Qué bendiciones has visto por hacerlo?
¿Cuál es tu parte para dejar un legado de bendición a tus generaciones?