¿Importa quién me enseñó a caminar? Parte 2

¿IMPORTA QUIÉN ME ENSEÑÓ A CAMINAR?
Parte 2

Yo mismo le enseñé a Israel a caminar, llevándolo de la mano; pero no sabe ni le importa que fui yo quien lo cuidó. (Oseas 11:3 NTV)

Ayer aprendimos con este versículo, que Dios es el que nos ha enseñado a caminar y siempre nos ha llevado de su mano; el problema es que:

No nos importa que nos cuidó.

…pero no sabe ni le importa que fui yo quien lo cuidó. (Oseas 11:3 NTV)

Esta frase me habla de la desconexión que tenemos las personas con Dios.
Estamos tan ocupados y siempre corriendo, que no conocemos en realidad a Dios ni sus planes para nuestra vida.
En nuestro afán, perdemos el agradecimiento. Simplemente vamos hacia el logro de nuestros sueños o metas sin tomar en cuenta a Dios, sin detenernos para darle gracias por hacer que nuestros planes tengan éxito.

No lo sabemos.
Nos creemos autosuficientes y pensamos que somos lo que somos y tenemos lo que tenemos gracias a nuestro esfuerzo, a nuestras habilidades, a nuestro trabajo, a nuestra inteligencia, etc. Pero no sabemos que fue Dios quien hasta aquí nos ha ayudado.

Padre, gracias por cuidarme, por enseñarme a caminar y llevarme de la mano en esta vida. Ayúdame a nunca olvidarme que todo te lo debo a ti.

Yo mismo le enseñé a Israel a caminar, llevándolo de la mano; pero no sabe ni le importa que fui yo quien lo cuidó. (Oseas 11:3 NTV)

Piénsalo:
¿Tomas en cuenta a Dios en todos tus planes?
¿Te has detenido a pensar que todo lo que tienes es gracias a Dios?
¿De qué manera le agradeces a Dios por todos sus cuidados?